EL REPARTO DE AFRICA
La consecuencia fue una acelerada
carrera por el reparto del continente africano. La costa mediterránea quedo en
manos de Francia y el reino unido; kla costa oriental se dividio entre los
alemanes, al sur, y los británicos, al norte; la oriental fuye para los belgas
(río Congo), los franceses (río Senegal) y los británicos (rio Níger). Los
italianos consiguieron Somalia; y los portugueses Angola y Mozambique.
Pero en seguida estallaron
conflictos en las zonas mejor situadas estratégicamente (Túnez, Egipto y
marruecos) o más ricas (Sudáfrica. En el caso de Túnez, el reino unido apoyo a
los franceses en contra de Italia, dada la proximidad entre la península
itálica y la costa norafricana. En Egipto se entrenaron franceses y británicos,
consiguiendo estos últimos la victoria, ya que ambos estados poseían acciones
del canal de Suez, abierto en 1869. A
cambio, Francia fue compensada con el oeste de sudan y áfrica ecuatorial. En
marruecos fueron los españoles, establecidos desde el siglo XVI en la costa
norte marroquí, quienes se enfrentaron a los franceses. En 1906 se estableció
un doble protectorado marroquí (conferencia de Algeciras); sin embargo para
neutralizar a Alemania, que había decidido intervenir en el conflicto; Francia
debió entregarle parte del Congo francés.
En definitiva, en 1914 solo Abisinia (Etiopia)
y Liberia seguían siendo estados africanos independientes; el resto había sido
repartido entre las potencias europeas. El resultado de tan brutal despedazamiento
del territorio africano fue desastroso para la población autóctona, la cual,
después de haber sufrido las nefastas consecuencias de la trata negrera que había
arruinado la demografía del continente y perturbado las estructuras políticas y
sociales, debió soportar, además, el desarraigo completo de sus costumbres y
sus culturas, acosadas por los intereses coloniales , que sometían a las
poblaciones a tranajos forzados o segregaban en reservas. Al mismo tiempo, los
misioneros católicos y protestantes de aprestaban a “civilizar a los pueblos
barbaros” y les obligaban a renunciar a sus creencias quemando sus ídolos y
destruyendo sus templosy fetiches.
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